horas en una biblioteca, de Virginia Woolf

Horas en una biblioteca
"Horas en una bioblioteca", de Wirginia Voolf
Virginia Woolf
Seix Barral
Barcelona, 2016

Ana Alejandre

Esta obra no se puede encuadrar en ningún género en concreto, aunque podría bien ser clasificado como una excelente crónica literaria a través de la visión de una novelista, crítica literaria, editora, y precursora del feminismo, que va desgranando su opinión a lo largo de las 358 páginas en las que se encuentras los 48 textos diferentes de varias épocas de su trayectoria literaria, pero todos relacionados con la literatura, los autores, algunos de los cuales son objeto de comentario, como es el caso de Joseph Conrad, Edgard Melville, Dostoievski, Jane Austen o Shelley. Además, habla también sobre las modas y modales del siglo XIX, del arte de la ficción, de la prosa en lengua inglesa, de las relaciones hombre y mujer, entre otras muchas cuestiones.

Virginia Woolff fue, además de la gran escritora y crítica, una voraz e inteligente lectora, lo que siempre antecede al hecho de escribir. Eso le permite tener una prodigiosa cultura literaria, además de una excelente y lúcida visión de sus contemporáneos, pero también de los clásicos en lengua inglesa.

En esta obra aparecen textos tanto de de sus primeros tiempos como crítica literaria y, también, de sus primeros intentos ensayísticos de corte informal, así como algunos de sus últimos, extraordinarios y certeros análisis de los autores antes citados. Al final de la obra aparece un texto aclaratorio del origen de todos y cuantos textos aparecen en esta compilación que lleva el título de Horas en una biblioteca, haciendo alusión al trabajo ingente de esta escritora y crítica, en su investigación literaria, cuyo fruto nos ofrece ahora en esta compilación.

Woolf siempre vivió atormentada por su problemas psicológicos y emocionales, sus continuas depresiones que comenzaron por la temprana muerte de su madre, cuando ella sólo contaba trece años de edad. Esta dolencia depresiva crónica no le impidió llegar a ser una de las figuras más emblemáticas de la literatura inglesa, porque está considerada, junto a James Joyce, una de las figuras literarias innovadoras de la novela moderna.

Entre sus obras se pueden contar títulos tan emblemáticos como La señora Dalloway (1925), Al faro (1927) o Las olas (1931), utilizando en ellas su constante experimentación narrativa en cuanto al uso de la técnica en la que experimentaba con la estructura temporal y espacial. Además, innovó el uso del monólogo interior en sus personajes, dejándolos fluir tal como aparecen en sus mentes, dejando así aflorar el subconsciente que va descubriendo la psicología de cada habitante de sus obras narrativas. Todas la obras antes mencionadas son un claro exponente de este recurso que logra mediante un logrado lenguaje narrativo, con el que consigue aunar y armonizar perfectamente el mundo racional y el irracional.

Esta obra es, por tanto, aconsejable a todo aficionado a la literatura, porque en ella encontrará la opinión expresada con amenidad y rigor de una experta en el tema, una profunda conocedora del mágico proceso de creación, de sus múltiples vericuetos, de las técnicas del oficio; así como de los más importantes autores de su época y de los autores clásicos ingleses. Todos esos conocimientos los plasma en esta obra que contiene su pensamiento crítico literario y la evolución que sufrió a lo largo de su brillante carrera literaria.

Recomendable su lectura a quienes son adictos al talento de Virginia Wolf y a quienes la desconocen. Unos y otros tienen en esta obra una amplia selección de textos escritos por quien decía siempre una de sus frases emblemáticas: «Una mujer debe tener dinero y una habitación propia si va a escribir ficción». De ahí deviene el título de una de sus obras de ensayo más famosas dentro del mundo del feminismo: Una habitación propia (1929), en la que analizaba los problemas de las mujeres escritoras -o dedicadas a muchas otras actividades-, en un mundo hecho por y para los hombres. Su talento consiguió superar todas las barreras que la mujer tenía en su época -aunque no han desaparecido totalmente-, y conseguir llegar a lo más alto de la cima de la gloria literaria.



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