Las manos de los maestros I y II, J.M. Coetzee
Las
manos de los maestros I y II.
J. M. Coetzeee.
Random House. Madrid, 2016. 224 / 240 páginas.

A pesar de ello, para todo
interesado en la literatura es una delicia tener a mano y poder degustar un
menú literario como el que nos ofrece Coetzee, no sólo como avezado escritor de
narrativa y ensayista, uno de los más importantes del panorama literario
mundial de la actualidad y Premio Nobel de Literatura, sino, también, como
acreditado crítico literario que tiene ingentes conocimientos de las obras y
sus autores, y conoce bien la literatura y sus entresijos, tanto de mano propia
como ajena. Todo ello obliga, en esta obra, al lector a exigirse un continuo ejercicio
mental y esfuerzo intelectual que va creciendo, a medida que avanza la lectura
y su complejidad, aunque ninguno de los ensayos que contiene ofrece la
posibilidad de una lectura sencilla y superficial.
Esta no es la única obra de ensayo
de Coetzee, pues es autor de innumerables obras ensayísticas y, en algunas de
ellas, comenta las referencias literarias que habían inspirado o alumbrado la
escritura de sus obras. Para escribir esta obra Coetzee ha seleccionado algunos
de los ensayos que ofrecía en obras anteriores, sus preferidos, y los ha
acompañado de unos textos escritos con posterioridad que se publican por
primera vez en lengua española.
En el primer volumen de los dos que
componen la obra, Coetzee nos ofrece su visión crítica y sagaz de escritores de
la talla T.S. Elliot, Nadine
Gordimer, Doris Lessing, Walt Whitman, William Faulkner, Arthur Miller, Philip
Roth, Patrick White, Les Murray y Gerald Murnane.
Se pueden distinguir tres cuestiones
en esta obra que son objetos de especial atención por parte de Coetzee: el
primero de ellos es que considera a la figura del escritor como una persona que
vive en perpetuo conflicto e inadaptación al medio. Es como si aceptara que,
por el hecho de que en toda obra literaria hay un conflicto, pues sin él no
existiría la justificación de la obra en sí; en todo escritor siempre hay
siempre un ser conflictivo y si no se diera esta condición no existiría tal
escritor. Para ello, se sustenta en la vida de los escritores de los que
escribe, pues entre ellos no existe la figura de la persona que tiene una vida
normal, medianamente feliz, integrada en la sociedad en la que vive, sino el
individuo que parece estar incómodo, inadaptado y que siempre vive a caballo entre la
insatisfacción evidente de algunos escritores y la amargura desencantada,
cuando no angustiosa, de otros.
La segunda cuestión es la conclusión
que parece deducirse de toda la obra: la
convicción de que el hecho de ser un buen escritor, de tener talento literario,
no significa que se posea la misma calidad humana, ni siquiera asegura el
valor, la honradez o la propia lucidez mental aplicada a la propia vida.
La tercera, es la preocupación política
que Coetzee manifiesta a lo largo de esta colección de ensayos literarios y, en
general, en toda su obra, porque la cosa política no es para él algo accesorio
en su vida, sino una cuestión de primera magnitud a la que dedica atención,
trabajo y tiempo en su constante activismo político.
En esta ensayo, en sus dos
volúmenes, no sólo se aprecia la extraordinaria erudición de su autor, su
agudeza en el análisis y la certera visión que tiene de la literatura en
general, sino que también se encuentra en ella el profundo interés que tiene Coetzee
por las cuestiones no sólo literarias, sino también morales y estéticas (la
estética, decía Kant, es una rama de la ética), lo que pone de relieve la talla
intelectual de este escritor que es uno de los más importantes escritores y
críticos no sólo literario sino del mundo actual. Todo ese bagaje intelectual y vital es lo que pone,
en esta ocasión, al servicio de esta colección de ensayos, una de las más
importantes obras de este tipo hasta ahora publicada, en la que se analiza la
obra de algunos de los escritores contemporáneos más significativos y
prestigiosos que están considerados auténticos "maestros"· de la
literatura mundial, y de ahí el título de esta obra.
En "Las manos de los maestros, I y II".no sólo se encuentra de
forma manifiesta el cúmulo de conocimientos literarios de Coetzee, sino la demostración palpable de
un estilo narrativo singular y la atención apasionada que muestra siempre al
lenguaje que utiliza con el mismo cuidado que pasión en esta obra completa, al
igual que en otras suyas anteriores, tanto ensayísticas como narrativas.
Pero, además, leer un ensayo sobre
literatura siempre es un estímulo alentador de nuevas lecturas, de esas de las
que habla el autor del ensayo, incluso de aquellos escritores que, por desconocidos,
no han sido nunca objeto de interés por parte del lector que, una vez
descubiertos a través de obras tan lúcidas como la que sirve de objeto de este
comentario, atrapan la curiosidad del lector que ya los conoce sin haber leído
sus obras, pero los comprende, yendo de la sabia mano de Coetzee que explica,
analiza y desmenuza la obra singular de cada uno a través de su biografía
personal, con una profundidad, lucidez y acierto que son difíciles de igualar.
Además, Coetzee nos ofrece otra de sus, llamemosles, obsesiones: la relación
que existen entre la obra y la vida de cada escritor, relación que analiza en
cada una de las figuras literarias tratadas, poniendo de relieve en todas ellas
la correlación indudable que existe entre la historia personal de cada escritor
y su obra literaria, cuestión esta que dilucida con brillantez y profundidad. Y
todo ello a pesar de que Coetzee no ha sido nunca demasiado tajante en separar, en su
propia obra, la parte de ficción de su realidad vital, indefinición que ha presentado,
en muchas ocasiones, en un claroscuro voluntario y siempre enigmático.
En el segundo volumen escribe y
reflexiona sobre otros grandes escritores inmortales de la importancia de Erasmo
de Rotterdam, J. W. Goethe, Friedrich Hölderlin, Joseph Roth, Robert Musil,
Italo Svevo, Sándor Márai, Irène Némirovsky, Samuel Becket, Juan Ramón Jiménez,
Zbigniew Herbert y Gabriel García Márquez. Sin duda, una relación en la que se
puede encontrar un amplio y brillante mosaico de la literatura mundial.
Uno
de los aciertos más importantes de esta obra, entre otros, es la de utilizar el
tema de los caballos salvajes que protagonizan la pelicula Vidas rebeldes (The Misfits)
y la reflexión que de ello nace sobre el doble plano de la realidad que
presenta el cine, lo que le da un valor añadido a esta colección de ensayos que justifica su lectura
por sí mismo. Es esa alusión a los caballos salvajes la que ha inspirado la
portada de esta obra doble en volúmen.
Sin embargo, el mayor acierto de
esta obra radica en sí misma, al ofrecer unos textos esclarecedores,
inteligentes, profundos y críticos, en su significado más exacto, de los grandes
escritores, "los maestros", y sus personales obras literarias que,
después, de ser explicados, unos y otras, por Coetzee, toman una nueva realidad
ante la mirada asombrada del lector que empieza a comprender, valorar,
interesarse y hasta apasionarse por grandes escritores, conocidos o no por su
parte, pero que se elevan desde las páginas de esta obra de ensayo literario
con una altura, profundidad y relieve que nunca olvidará.
Obras como éstas serán siempre
bienvenidas al, muchas veces, paupérrimo mundo editorial actual que ofrece
muchas publicaciones y escasas obras de la importancia y calidad literaria, en
el doble sentido por el tema tratado y la forma en que lo hace el autor de
"Las manos de los maestros I y II"
.
Muy recomendable, sin duda, a los
lectores que estén interesados por la literatura, en general, por Coetzee, en
particular, y estén dispuestos a realizar una lectura inteligente y no siempre
fácil de una obra que, siendo apasionante, no siempre ofrece una lectura
sencilla y apta para todo tipo de lectores.