…Y todo lo que es misterio, Andrés Sorel
...Y todo lo que es misterio, Andrés Sorel |
…Y todo lo que es
misterio,
Andrés Sorel,
Akal,
2015, 293 páginas.
… Y todo lo que es misterio, novela que narra la relación sentimental del poeta Paul Celan con la escritora Ingeborg Bachmann, supervivientes del horror nazi, que se debaten entre el amor, la angustia y la culpa.
Ana Alejandre
Andrés
Sorel, un autor con una prolífica obra
novelística, biográfica y ensayística, sorprende con esta novela en la que la atmósfera narrativa está sumida en la
sensualidad, la ternura y la angustia
del amor del poeta Paul Celan y la escritora Ingeborg Bachmann, a quienes
también une el recuerdo del sufrimiento vivido, la pérdida de una vida ya
irrecuperable y la búsqueda de un nuevo lenguaje que no estuviera corrompido
por el lastre dejado por la ideología nazi, lenguaje que no era otro que el
alemán que ambos hablaban como lengua natal y de la que se sienten proscritos
voluntariamente.
La
novela es un escenario narrativo en el que el amor y el sexo, arropados
por la más conmovedora sensualidad,
transcurren entre sus 293 páginas, en las que el autor va narrando paralelamente,
además de la historia de amor de los dos desdichados escritores, la de Tristán
y Alma, ambos españoles y que son las
voces narradoras, hablando en un diálogo interminable sobre la relación amorosa
de Celan y Bachmann, en la que encuentran
similitudes y coincidencias asombrosas con la suya que les hace sentirse
unidos a aquellos en la semejanza de unos sentimientos, ideologías y sucesos
que compartieron en tierras tan lejanas entre sí como son Rumanía, país donde nació Celan, Austria,
país natal de Bachmann, Alemania, Francia, Italia, y España, todos los escenarios
que se suceden en la novela. Los narradores sobrevivieron a los bombardeos de Alcañiz (Teruel) de los aviones
italianos, en la Guerra Civil Española, y, además, Tristán también fue
superviviente de Auschwitz.
A
lo largo de toda la narración se muestran los versos de Celan –especialmente de
sus poemarios Fuga de la muerte (1948) y, especialmente, de Amapola y
memoria (1952) cuyo título ilustra la imagen de portada de esta novela y de
hilo conductor poético, así como fragmentos de las cartas que ambos de
escribían. Todo ello va ilustrando los diferentes momentos narrativos, dándoles
sentido, valor y coherencia a la historia, a la que acompaña como música de fondo el sonido de
unos versos en los que se aprecian los estados emocionales de sus autores y que
se manifiestan en palabras desgarradas,
ardientes, amorosas, tiernas, o bien,
críticas o despechadas, según el momento de la narración, en la que
fluctúan los encuentros y desencuentros de los enamorados, al igual que les
sucedía a la pareja española que actúan como narradores de la novela, hablando
siempre en primera persona sucesivamente, a la par que van contando su propia
historia en un paralelismo que se acentúa en cada episodio narrativo..
Celan
muestra a lo largo de la obra su estado anímico que fluctúa continuamente entre
la felicidad que le depara el amor de Bachmann, la angustia y la culpa por un
pasado del que no puede escapar, porque le s sigue la negra sombra de la culpa
y el remordimiento por no haber muerto también junto a sus padres. Se debate
entre el amor a Bachmann, sus prejuicios sobre la vida liberal y mundana de
ella, su religiosidad vehemente que busca respuestas en textos religiosos
judíos; y el sentimiento de culpa por su adulterio y, sobre todo, por no haber
seguido a su padres cuando fueron llevados al campo de exterminio de Auschwitz donde murieron, como dos
víctimas más que se sumaron a los millones de seres que fueron aniquilados en
los campos de concentración nazis, en lo que estos llamaron la “solución
final”.
También, se percibe en su vida y su obra el
desarraigo de todo exiliado, el sentimiento de persecución que en todo judío,
como era Celan, permanece siempre en esa continua huida imposible del recuerdo
del Holocausto, lo que le hacía pensar que los ataques que recibía su obra,
acusada de plagio por la viuda del poeta franco-alemán Yvan Goll, la
periodista francesa llamada Claire
Aissmann, quien después tomaría el apellido de su marido, que le acusaba de
haber plagiado versos de su marido que
había mantenido gran amistad con Celan. Todo para el poeta era producto del
sentimiento antisemita que aún anidaba en la sociedad europea después de la II
Guerra Mundial.
En
esta obra de atmósfera asfixiante y densa, por las fuertes personalidades de
sus personajes, las terribles vivencias que vivieron y que se van desgranando,
capítulo a capítulo,, en una secuencia temporal continuada que va llevando a la
narración a través del oscuro túnel del tiempo, en el que se imbrican las
dolorosas vivencias de quienes no aceptaban el nuevo mundo nacido de la II
Guerra Mundial, porque todo lo que había en él les resultaba igual de viejo,
caduco, inútil y falso en sus promesas de cambio y de un nuevo amanecer para la
Humanidad, promesas en las que no creían porque estaban ya heridos de muerte en
su capacidad de regenerar la esperanza como tabla de salvación.
El
deterioro psíquico de Celan va en aumento y de forma imparable, lo que le lleva
a ser internado en centros psiquiátricos en varias ocasiones y a agredir a su
esposa también; a pesar del sincero amor de Bachmann y de su entrega
total, cuya generosidad sin límites y
lealtad hacia Celan engrandece su figura y la dota de una gran dignidad. A
pesar de ello, tampoco ella sale indemne de este relación apasionada y terrible
que atrapa al lector, pero le obliga a dejar la lectura por momentos, por la opresiva
carga emocional, trágica y desesperanzada, que se manifiesta en ella, y que
Sorel ha querido mostrar en todo su más profundo y evidente patetismo, porque las vidas de esos dos
grandes escritores estaban desde el principio marcadas por la tragedia y sin
posibilidad de salvación alguna.
En
la novela aparecen personas de la importancia del filósofo Heidegger, Hannah
Arendt, que fue amante en su juventud del famoso filósofo y después se
convirtió en una famosa politóloga en EE.UU.; Max Frisch, dramaturgo y
novelista suizo en lengua alemana que fue amante de Ingeborg Bachamann en las
temporadas de desencuentro con Celan; Thomas Bernhard, el famoso poeta,
dramaturgo y novelista austríaco, por citar sólo unos pocos, personajes que no
son simples nombres citados, sino que tuvieron relación directa por diversas
causas con Celan y forman también parte de la narración.
Esta
novela, pues, no es una obra de ficción, sino una biografía novelada de cuatro
vidas, en las que destaca las de Celan y Bachmann como punto de partida y
reflexión que les sirve a Tristán y Alma – ¿Acaso es Tristán el alter ego de Andrés Sorel, pues conoció a
Celan en la realidad?-, para ir relatando la suya, aún sabiendo que Paul e
Ingeborg ya no pueden contar su pasado y
sus múltiples desventuras a no ser a través de sus obras y en las voces de los
narradores; pero ellos dos sí tienen un presente en el que hablan de su propia
historia mientras van desgranando la de Celan y Bachmann que quedaron atrapados
en sus propios dramas personales, en su dolor sin remisión ni cura que les
llevó hasta la muerte cuando ya estaban lejos uno del otro. Celan se arrojó al
Sena el 20 de abril de 1970, una vez ya separado de su mujer, aunque ya se había ahogado, antes de morir en
el río, en las oscuras aguas de la culpa que siempre le acompañó y la
imposibilidad de olvidar el horror vivido. Ingeborg falleció a causa de las
quemaduras sufridas en un incendio en su habitación, ocurrido tres semanas
antes de su fallecimiento,el 17 de octubre de 1973. Dejó su tetralogía
inacabada cuyo primer libro Malina es autobiográfico y habla de la
destrucción paulatina y psicológica de una mujer por parte de su amante.
La
novela…Y todo el misterio es una obra que entra en el género tan en boga
de biografías noveladas, en la que se muestra toda la intensidad de las heridas
que el tiempo y la memoria abren en el corazón del ser humano, atrapado en una
vida en la que el amor puede ser la única salvación siempre que, a su vez, no
se convierta también en una forma de destrucción y tiranía. Novela escrita con
un lenguaje depurado y limpio, dotado de una gran dosis poética, sensualidad
apasionada, porque en él la poesía
tiene una gran carga que delimita los tiempos narrativos y le presta la
sonoridad de esos versos oscuros y simbolistas de Paul Celan, en los que se
vierte todo el dolor de quien no pudo asumir su propia y honda soledad
interior, la que le llevó hasta los brazos de Ingeborg Bachmann, buscando en
ellos su propia redención de hombre que ha perdido la capacidad de encontrar la paz y el olvido.
Bachmann, a su vez, es el bálsamo que cura la herida de Celan, pero va abriéndose
a su vez la suya propia que se debate en la soledad y la incomprensión del
hombre amado que tiene mujer e hijo, mientras a ella sólo le queda el recuerdo
de los momentos que vivieron juntos en un presente veloz que le devuelve
después a la soledad más amarga.
Esta
novela es un texto que muestra una capacidad narrativa de Sorel en la que el
amor, la pasión, la sensualidad y el
sexo toman el protagonismo a través de la expresión poética para
plasmarlos que se pone de manifiesto en
toda su plenitud, en un ejercicio estilístico que puede resultar confuso para
algunos lectores, en ciertos momentos, cuando los narradores se dirigen el uno
al otro y desaparece del primer plano la historia de fondo que contaban. Esto
parece, quizás, un recurso narrativo para aliviar durante unos momentos la
atmosfera densa, asfixiante y dramática que pone de manifiesto el sufrimiento
de los protagonistas y su incapacidad para cerrar las heridas que el tiempo vivido les ha dejado en la
memoria y que aún sangra, sobre todo
ante el recuerdo de un pasado de horror que se enfrenta, en una dualidad
dramática que los confunde, a un presente en el que ambos se encuentran y viven
la epifanía del amor en plenitud y fugacidad, ajenos al devenir futuro lleno de
amargura,reproches, soledad y muerte.
Esta
obra, pues,, es la radiografía literaria de una época, de unos personajes, y de
un mundo que aparenta ser nuevo, llevando bajo su máscara las cicatrices del
horror que asoló Europa, y que enfrenta a cada uno a la verdad que hay en el
corazón humano cuando se enfrenta a otro ser, desnudo de toda falsedad ,
encontrando en esa profunda verdad el misterio insondable que existe en cada
alma y la imposibilidad de llegar hasta ese recóndito lugar donde habita en la
más absoluta e inalienable soledad.