¿Quién fué William Shakespeare?

William  Shakespeare


por AnaAlejandre

La existencia real de este insigne autor y la autoría de las obras que se conocen firmadas con su nombre ha sido siempre motivo de controversias académicas que no se ha resuelto aún. Al apasionado debate ha contribuido el artículo publicado en el The New York Times firmado por el profesor de la Universidad de Austin, Douglas Bruster, al afirmar en dicho texto que Shakespeare fue el autor de una parte de La tragedia española, escrita por Thomas Kyd, dramaturgo inglés, y fechada entre 1582 y 1592. Bruster señala que el texto de Kyd fue corregido y se le añadieron 325 versos, una década después de haber sido publicado en 1602. El estilo del nuevo texto incorporado, además de las erratas contenidas en él, parecen indicar, sin duda alguna, que el autor de dicho añadido no es otro que William Shakespeare.

Esta afirmación hace aún añadir más dudas a la polémica ya existente sobre la verdadera identidad de este escritor cuya fama traspasó fronteras como autor de algunas las obras más importantes de la literatura universal, y que plantea nuevas preguntas sobre la verdadera identidad del genial dramaturgo, porque si existen muchas dudas sobre quién fue realmente el autor de las obras firmadas por Shakespeare, más aún existe la duda sobre quién fue el escritor que corrigió y añadió buena parte de La tragedia española.

La controversia sobre la verdadera identidad de William Shakespeare se inició a mediados del siglo XIX y sus argumentos fueron siempre apasionados e irreconciliables entre dos grupos que representan las dos posturas ante esta cuestión: los "escépticos" (llamados anti-stratfordianos), y los "creyentes" (denominados como stratfordianos).

De los que no existe duda alguna es de que existió realmente un William Shakespeare (Shakespeare o Shakspere, o Sakspere, o Shaxper, según las distintas versiones), nacido en Stratford-upon-Avon, localidad próxima a Londres, que fue actor y poseía compañía teatral propia.

La obra de tan insigne autor está reunida en el Firts folio, que fue publicado en 1623, y en la que se reúnen 36 obras firmadas con el nombre de William Shakespeare, lo que forma su legado literario y en él se basan los argumentos de los que defienden su identidad y autoría de tales obras. Sin embargo, para los llamados "escépticos", el actor, aunque existió en la realidad, fue sólo una tapadera que ocultaba la verdadera identidad del autor de dichos textos, y los nombres que se barajan como posible y verdadero autor de dichas obras son Marlowe, Francis Bacon, Edward de Vere, conde de Oxford y, últimamente, Molière. La duda que existe al respecto es si un simple actor pudo ser capaz de escribir obras de la calidad literaria y genialidad que llevan su nombre, como son HamletRomeo y Julieta o Macbeth. Y si no es así, entonces ¿quién las escribió?

Todos los partidarios de una u otra postura han creado una extensísima literatura al respecto, dando argumentos muy apasionados y vehementes, llegando al punto de redactar una Declaración de Duda Razonable sobre la identidad de William Shakespeare,que fue promovida por la Shakespeare Authorship Coalition (SAC), asociación con domicilio en California (EE.UU). Su idea al promover dicho texto estaba motivada y apoyada por las dudas que nombres célebres de la literatura y el arte del pasado ya testimoniaron en vida, afirmando sus dudas razonables sobre la verdadera identidad de Shakespeare, como fueron personajes tan conocidos como Mark Twain, Charlie Chaplin, Sir John Gielgud o Wait Whitman. A dicha Declaración le acompañaba más de 2.600 firmas autentificadas de personajes actuales como son el actor Sir Derek Jacobi, el director de cine Roland Emmerich o el actor Jeremy Irons. Todos estos personajes manifiestan su desconfianza y dudas al respecto, porque argumentan que Shakespeare no poseía los conocimientos ni el bagaje cultural necesarios para ser autor de obras de tanta calidad y altura literarias.

También hay organizaciones que defienden vehementemente la postura contraria, como es la Shakespeare Birthplace Trust, domiciliada en Stratford-upon-Avon, lugar natal de Shakespeare. Esta asociación defendió hace dos años la identidad del actor-autor cuando se estrenó la película Anonymous, de Roland Emmerich -que, como se señala anteriormente, defiende la opinión contraria-, película en la que se ridiculizaba a la figura de Shakespeare y se hacía hincapié en la supuesta incapacidad del actor para haber escrito las obras de fama universal. Dicha organización solicitó a sesenta expertos y personalidades (entre las que se contaban el Príncipe Carlos de Inglaterra y Greg Doran, director artístico de la Royal Shakespeare Company) para que respondieran en sesenta segundos cada uno a sesenta dudas, titulando a dicha conferencia on line 60 minutos con Shakespeare. ¿Quién fue William Shakespeare?. En dicha conferencia se esgrimieron argumentos de todo tipo, pero fue contestada duramente por el actor Michael York, quien fue en cabeza de una ácida oposición a los argumentos que esgrimieron los expertos en defensa de la opinión de Shakespeare Birthplace Trust.

La 
Royal Shakespeare Company fue constituída en la década de los sesenta a fin de dotar a las obras de Shakespeare de una unidad de estilo en su dirección e interpretación, además de fomentar y promover el estudio de su obra. Esta compañía defiende la identidad de Shakespeare, por lo que en su página web ofrece una completísima biografía del escritor, datos y fechas concretas de su vida: fecha de nacimiento y bautismo, además de hablar de su temprano matrimonio y su labor como actor, dramaturgo y fundador de la compañía teatral del Lord chambelán; así como también habla de sus descendientes y de su fallecimiento, el 23 de abril de 1616.

También, esta completísima web shakesperiana, incluye en sus páginas un espacio para el debate, ofreciendo un artículo del profesor Stanley Wells, presidente del Shakespeare Birthplace Trust en el que dicho experto afirma que las dudas sobre la identidad y autoría de Shakespeare es sólo fruto del esnobismo y de la fuerte oposición a creer que la genialidad que muestra en sus obras pueda proceder de un hombre con un origen humilde. Además, califica esa actitud escéptica de ignorante, así como de un deseo por parte de quienes la defienden de obtener notoriedad y de ser fruto de una aberración psicológica.

Dentro de tres años se cumplirá el cuarto centenario de la muerte del genial autor de obras que son ya patrimonio de la Humanidad; pero, a pesar del tiempo transcurrido y de las evidencias que demuestran, la realidad existencial del dramaturgo y de su autoría de las obras que llevan su nombre, sigue encendiendo acalorados debates y controversias, porque el genio creador de un sólo hombre excede por su magnitud la comprensión de otros muchos que no lo poseen; ya que, no pudiendo negar la extraordinaria calidad literaria de sus obras, le niegan la autoría de las mismas en un mísero intento de borrar su nombre, porque no pueden negar su genialidad creadora.



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